La mano de obra barata y la economía latinoamericana

             Muchos obreros en México y otros países hispanos trabajan por sueldos muy, muy bajos. Los que viven en los EE.UU. trabajan por sueldos más altos, y muchos no entienden cómo viven los obreros de otros países. Un informe dice que, después de unos ajustamientos generosos, el sueldo medio de las personas de los países latinoamericanos es menos de $1 por hora en Honduras , y $2 - $3 por hora en los mejores países (http://www.iadb.org/sds/doc/PANlaborEAR4.pdf) .  Muchas persona en los EE.UU. no saben nada de este problema. Y, sin duda, es un problema grandísimo. Y es un problema que no es fácil para entender, y creo que es necesario entender las complejidades de este problema para resolverlo.

            El sueldo bajo del trabajador es un gran problema. Según una encuesta de 17 países latinoamericanos, los problemas de trabajo son los más urgentes de todos los problemas nacionales. La gente de EE.UU., en general, no sería contenta si ganara $6 por hora (más de 3 x el sueldo mediano de los obreros hispanos). Y este problema, la desigualdad económica de los latinoamericanos pobres en relación a los de EE.UU. y de los ricos en sus propios países, crea el problema que a los pobres les parece que no tienen dignidad en los ojos de los ricos. Las igualdades y las diferencias resultan en percepciones malas y estereotipos de la gente de otras clases socioeconómicas. Los pobres muchas veces creen que los ricos crean el problema; los ricos creen que los pobres son agitadores, y que poner su confianza en esa gente sería gran desastre para todos. Y por esta razón, por su miedo de subversión (justificado o no justificado), los dictadores de los países latinoamericanos no permiten libertad de expresión, y unos usan la policía secreta. Y parece que una clase pone la responsabilidad por sus problemas en la otra.  Hay muchos conflictos, y mucho resentimiento, y estas cosas represan el desarrollo de las economías de los países. Es cierto que los obreros pobres no son realmente responsables por sus peores condiciones, porque ellos no pueden decidir dónde nacer. Pero no es obvio que los ricos sean realmente responsables por la situación grave de los pobres.

            El problema de los sueldos bajos de los obreros latinoamericanos tiene aspectos internacionales. La gravedad de la situación es evidente en los sueldos bajos que las corporaciones transnacionales pueden pagar a los obreros. El problema es, ¿Son los sueldos bajos síntoma de la pobreza, o causa de la pobreza?  Es claro que las fábricas de los ricos no resuelven el problema.  Sin embargo, no es obvio para mi que si las fábricas norteamericanas salen de latinoamérica, que la economía de Latinoamérica se desarrollará más rápidamente. Y cuando los sueldos bajos son un problema, es claro que los obreros no aceptarían si no les beneficiaran aceptar el trabajo. Según una encuesta, no más que 8 por ciento de latinoamericanos creen que los 'sueldos bajos' es el problema más grande para los obreros; 23 por ciento creen que el problema más grande es el desempleo (http://www.iadb.org/sds/doc/PANlaborEAR4.pdf). Si hay menos fábricas, hay menos trabajo. Unos autores creen que los países latinoamericanos se beneficiarán si forman gobiernos socialistas y destruyen sus conexiones con los EE.UU. (por ejemplo, Chilcote y Edelstein, pp. 133-141). Pero no es obvio para mí que esto sea una solución. Cómo  dice un economista, "La sóla solución real de la pobreza es la producción" (http://www.dallasfed.org/htm/pubs/pdfs/ei/ei6_1.pdf), y no es claro para mí que un gobierno socialista aumente la producción.

            Quitar las fábricas transnacionales, desafortunadamente, no ayuda a solucionar estos problemas. Lo que puede resolver estos problemas es crear más fábricas y más corporaciones, para que los obreros latinoamericanos tengan alternativas positivas de trabajar en las fábricas que existen ahora.  Pero es más fácil decirlo que hacerlo.

            Entonces, qué, o ¿quién tiene la responsibilidad para estos problemas? No me gusta poner la responsibilidad para este problema en una persona o un grupo. Pero creo que es necesario examinar la historia del desarrollo latinoamericano para entender el orígen de este problema. Empecemos en la colonización de las Américas por España. Cuando los colonizadores españoles colonizaban las américas, era fácil simplemente exportar su oro para ganar dinero. Esto era obstáculo para el desarrollo económico de los territorios latinoamericanos y España, porque esto aseguró que la expansión de producción no era necesaria. España servía como intermediario de tráfico comercial transnacional, y su industria sufría (Dietz, pp. 1-17). Hay una regla de economía, la ley de Engel, que dice que la demanda para los productos primarios no responde bien a los aumentos de ingreso (Dietz, p. 8). Y cuando las economías de unos países como EE.UU. se desarrollaban rápidamente, ésta no occurría en los países latinoamericanos, que llevaban la herencia económica de España después de ganar su independencia de España.

            Ahora es un problema que muchas industrias que emplean latinoamericanos son controladas por los EE.UU. y otros países ricos. Los economístas están de acuerdo que si los países latinoamericanos tuvieran sus propios medios de producción, los países serían más ricos. Pero hay dos problemas: primero, las corporaciones transnacionales son muy grandes y no es fácil competir con éstas. Segundo, una minoría muy rica de muchos países latinoamericanos tiene recursos que pueden usar como capital.

            Sin duda, en mi opinión es malo que la gente de estos países necesite trabajar en fábricas de otras países y por un peor sueldo. Pero no hay evidencia, en mi opinión, que removar estas oportunidades pueda ayudar a los pobres en estos países. Lo que es más probable es que si existieran más fábricas en estos países, las fábricas necesitarían competir más con otras fábricas para emplear la gente, y a la gente le beneficiaría. Por estas razones, es obvio para mí que no es fácil determinar quién tiene la responsibilidad para este problema. Lo que es cierto es que el problema es difícil de resolver, y probablemente los países latinoamericanos tendrán gran desigualdad por muchos años en el futuro.

   

Bibliografía:

Chilcote, Ronald H., and Edelstein, Joel C. Latin America: Capitalist and Socialist Perspectives of Development and Underdevelopment.

James L. Dietz (redactor). Latin America's Economic Development: Confronting Crisis.